Me gusta el spinning del sábado, aunque propone cambios con mucha frecuencia a los que no estoy acostumbrado me gusta basicamente por la selección de músicas que suenan en la clase de spinning en Barcelona.
Hoy fuimos unos cuantos, no muchos tampoco, me gusto ver una variación más grande en los estiramientos del final y pude sudar la camiseta como en un dia de cada dia, mi consumo de calorias llego a 445 aproximadamente y luego inexplicablemente no me fije en el promedio de rpm que marcaba la máquina.
Sin duda voy a volver los próximos sábados a pedalear en la clase de spinning en el centre esportiu Joan Miro para mantener la forma física que he conseguido con mi aburrida rutina diaria.
Curiosamente hoy no he reconocido a nadie del turno de la mañana en la clase de spinning del sábado.
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